domingo, 28 de febrero de 2010

Jardín de Noche

¿Cómo puedo pasar mis días
sin saber lo que es el tiempo?
Tanteando, envuelto de ensueños.

Oyendo el eco de un misterio,
asomándome por la oscuridad
de un jardín y mirándolo con frío.

¿Cuántos sonidos no alcanzo a percibir?
Olores que no registro,
Espejos que no descifro,
Palabras que no comprendo.
Hábitos que no libero,
Pensamientos que no transmuto.

Creo que se equivoca
el que se deja ser pensado.
Y repite y se abandona
sin ver.

Que no hay jueces,
solo personajes de una fiesta de disfraces,
que de tanta costumbre
se olvidan de que fueron invitados
para conocerse.

Y en esa fiesta, ningún disfraz
es injusto,
y cada canción necesita ser bailada.

Para que a medida que transcurra la noche
el calor nos vaya liberando
de lo que nos impide reconocernos en los demás.
Y vaya limpiando la cara de cosméticos.
 
¿Para qué seguir cargando tanto?
No es necesario,
casi nada nos exige el anfitrión.

¿Qué has hecho en fiestas anteriores?
¿Cuál ha sido tu disfraz?
Quizás compartimos alguna canción,
o cruzamos miradas.

¿Me recuerdas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario