Había una vez un señor pecoso.
A diferencia de las otras leyendas no se enamoraron, se pelearon.
Viviana conocía a una bruja y la contrató para convertir a Emilio (así se llamaba el señor pecoso) en un inofensivo león sin melena.
A cambio, Viviana le tenía que dar seis cabezas de mono a la bruja, pero como solo tenía cinco la convirtió a ella también, y las pecas se volvieron manchas y así nació la raza de los leprosos.
Enojados, Viviana y Emilio mordieron a la bruja.
Y se volvieron dálmatas.
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